El objetivo principal del pacto es fomentar el comercio y la inversión bilateral mediante la reducción de barreras arancelarias y no arancelarias, con un enfoque especial en pequeñas y medianas empresas. Asimismo, establece reglas más estables y predecibles en áreas como los derechos de propiedad intelectual, la seguridad alimentaria y las buenas prácticas regulatorias.
Otro de los pilares fundamentales del acuerdo es la promoción de valores comunes, como el desarrollo sostenible, la protección del medio ambiente, la lucha contra el cambio climático y el respeto a los derechos laborales. Además, busca incentivar a las empresas a actuar de manera socialmente responsable y garantizar estándares alimentarios de alta calidad.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, calificó este avance como un beneficio mutuo, afirmando: “El Acuerdo UE-Mercosur aportará importantes beneficios a los consumidores y a las empresas de ambas regiones”.
Este pacto no solo representa una oportunidad para el crecimiento económico, la generación de empleo y el desarrollo sostenible, sino también una reafirmación del compromiso compartido entre Europa y el Mercosur por construir un futuro más próspero y equitativo para ambas partes.